
¿En qué negocios por internet estoy metido y cuánto dinero me dan?
Ya lo he dicho varias veces.
No me gustan los negocios por internet, sino que me gustan mis negocios por internet.
Esto significa que si los proyectos que tengo quebraran, cambiaría de sector completamente.
Me compraría una casa en las montañas, adoptaría un Border Collie que me ayudara a guiar las ovejas en la misma dirección que mi vida y por fin sería capaz de desprenderme del ordenador portátil más de 1 día.
Entonces, ¿por qué demonios abrí un blog de negocios online?
- Puedes leer mi historia un poquito más abajo.
- Si sudas de mí no te culpo. Por esto en el próximo párrafo tienes las publicaciones más destacadas del blog para entrar directamente a lo que te interesa.
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Por qué un blog de negocios online
Lo que hago online me encanta porque cumple cinco puntos que para mí son el santo grial en la mesa donde pongo el ordenador.
Cuando estos fundamentos se cumplen en su mayoría, entonces puedo decir que disfruto el 80% del tiempo donde tengo la cara en modo velcro a la pantalla.
Hoy indagaremos en estos factores, pero para los impacientes son estos.
- Hago dinero con ellos. Se tratan de aspiraciones a las que no dedicaría tiempo si tuviera que hacerlo de forma voluntaria.
- Estoy en un medio que me gusta. La mayor parte del tiempo con un portátil entre mis dedos para escribir texto, pero también para manejar un pequeño equipo y ahora desde hace poco, también el audio.
- Mi trabajo, es mío y de nadie más. Son mis propios proyectos y esto en gran parte es el motivo principal por lo que me gusta.
- A parte de jefes, no tengo clientes. En el caso de tenerlos sería igual a tener muchos pequeños jefes toca-pelotas. En este caso lo que se cumple es que tengo lo que conocemos vulgarmente como «audiencia», que bueno, yo también soy parte de la audiencia (como oyente o lector) de muchos creadores de contenido, y a veces también podemos ser toca-pelotas.
- Tengo libertad de localización. El famoso trabajo remoto que no tiene porque convertirte en un nómada digital por mucho que los bloguers te inciten.
Ganar dinero por internet
Desde adolescente que «jugaba» a hacer páginas web. Los programas de diseño eran tan visual como el Habbo Hotel al que perdía tiempo cuando no estaba con Front Page y Dreamweaver.
Después de esto toqué un poquitín de código, y finalmente descubrí el mundo de WordPress, Drupal y Joomla que a día de hoy siguen siendo los gestores de contenido por excelencia.
De hecho más del 25% de todas las webs que encontréis en Google serán WordPress.
Ojalá pudiera usarlo para gestionar también mi sentimientos porque me va bien para manejar el contenido sin complicaciones.
Pero en esa época no importa el gestor que usara o cuántas webs creara y como de chulas me quedaran, nunca tenían más de un par de visitas contando la de mi madre.
Y por mucho que valore su opinión, las madres no tienen fama de ser precisamente objetivas.
A este punto, me gustaba crear blogs y disfrutaba el proceso. Aunque como digo ganaba 0 euros, no tenía la sensación de trabajar gratis porque pensaba que en su momento las webs ya llevarían tráfico.
Es como si sintiera que «invertía» todas horas para después ser recompensado.
Nada más lejos de la realidad.
No fue hasta que descubrí a Pat Flynn y toda esta gang americana que me empecé a plantear de verdad las acciones para posicionar blogs que tenía que tomar.
Lo mismo me ha pasado con el podcast.
He hecho casi 90 episodios totalmente gratis. Algunos me han llevado días de preparar, otros una hora, pero he creado tantos sin esperar pasta era porque pensaba que en algún momento lo iba a «monetizar» y de nuevo, esa energía invertida se vería reflejada en unos oyentes fieles.
Desde que anuncié la comunidad he visto que estaba en lo cierto y no podía estar más agradecido a los más de 100 miembros que hay en la Sociedad y que le han dado soporte.
Ya que estamos en eso, aprovecho para anunciarla y el agradecimiento especial de hoy va para el debate que hay estos días en la sección de negocios online.
En especial para Robert Menetray y danigmartin que estaban debatiendo fiscalidad de empresa en Estonia y no he podido evitar otra cosa que meter cucharada. Llámase cucharada al parrafazo de turno.
Pero volviendo a lo nuestro…
O sea que todo estos capítulos, blogs, comunidades, servicios, productos. Todos los negocios por internet, me llevan al primer objetivo que es generar ingresos a través de ello.
Eso sí, que este sea el primer objetivo no significa que sea el único por razones obvias. Un taburete, silla, mesa o ni siquiera un maldito templo a Zeus se aguanta con una sola pata.
Y yo tampoco porque a penas tengo equilibro.
El dinero es la primera meta, pero bueno, me hubiera podido hacer basurero y tener ingresos a final de mes si fuera lo único que quiero, ¿no?
Pensándolo fríamente tal vez esto de los negocios online no es tan diferente de ser basurero. Ellos recogen mierda y yo me trago mierda de los comentarios por internet.
En un caso hipotético que mi mentalidad fuera débil y los haters me empujaran a dejar el pseudónimo de «Pau Ninja», ¿haría algo de negocios online si no me diera dinero o algún tipo de «recompensa»?
Rotundamente no.
Las horas de pantalla me chupan suficiente el alma como para no quererlas intercambiar por unos billetes igual de sucios que mis intenciones.
Es que no sé si lo sabíais, pero esto de querer ganar dinero por el simple hecho e hacerlo, ahora está mal visto.
Ahora necesitas querer cambiar el mundo, y eso sí, decirlo y anunciarlo.
Medios de creación de contenido
Y hablando de anunciar, lo otro que os comentaba que me gusta de los negocios online es los medios en los que interactúo.
Lógicamente si tuviera que enseñar la «tita ninja» por la webcam a cambio de monedas o tokens de desconocidos chorreantes, pues muy agradecido y motivado no estaría, la verdad.
El medio importa y los dos primeros son los que me hacen sentir como Sirenita en el agua, pero en los comienzos me sentía justo como cuando le acaban de dar piernas.
- Escritos. Me encanta escribir por el teclado y ofrecer mi perspectiva honesta de lo que sea. Lo ideal eso sí, es que a mí me encanta «documentar». Si en esta época de mi vida estoy muy metido en negocios por internet, pues escribo en el blog correspondiente como si no hubiera mañana en plan poseído. En la comunidad Epicteto comentaba esa necesidad de escribir a veces en una libreta, la cual también comparto pero es más a nivel personal y de organización.
- Audios. El audio es mi nuevo amor. Es la amante con la que he estado engañando a la escritura, hasta que ha llegado un momento en el que hemos visto que podemos crear una relación de poliamor y vivir los tres juntos en armonía. Como cada vez me preparo mejor los podcast, tengo que escribir antes para hacer un poco de guión y después grabar. Y aún no tengo muy claro porque me gusta tanto grabarme en voz y no en vídeo. Debe ser porque no tengo que verme la calva o pensar de si salgo con la nariz muy grande.
- Discord. Lo incluyo aquí porque desde febrero que lo estoy usando para la primera comunidad que creé, y estoy contento con cómo funciona. Lo incluyo como un «medio bueno», pero realmente no es que esté emocionado cada vez que lo use al contrario que la escritura o el audio, simplemente no me disgusta, aunque uno empieza a considerar de limitarlo a sólo ciertas horas del día para que no me succiones igual que lo puede hacer una res social normal.
Para mí el medio es tan importante como el de generar dinero con negocios por internet.
¿Por qué?
Por un tema de procesos y de disfrute.
Tal vez un blog de 100 artículos tiene el potencial de generar miles de euros al mes, sin embargo, si tenemos que escribir una media de 2.000 palabras por artículos, significa que tenemos que darla a la tecla hasta 200.000 palabras totales.
Pero no sólo es la escritura como tal, pero hacerlo en un lenguaje que llegue a la gente además de un listado de otros factores.
Tal vez te gusta el vino, ¿pero irías allí a recoger uva de sol a sol?
Same shit.
Los latinos (no los compañeros sudamericanos, pero los que hablaban latín) lo dijeron mejor que nadie:
“Materiam superabat opus”. O en lenguaje ninja: la ejecución era mejor que el resultado.
Por esto quiero que mis negocios online estén desarrollados en un ambiente que cuando estoy en estado de flow, de flujo, me motive y sea una bola de nieve auto-inspiradora que cada vez va a más.
No podría grabar y editar vídeos durante 4 horas sin empezar a vomitar, pero puedo escribir 4 horas seguidas hasta que el dolor lumbar me saca de mi trance.
Vivir sin jefes
Este punto no tiene mucho truco.
No hace falta que tu propia empresa sea a través de la tecnología porque también te podrías hacer tu taller de carpintería.
Lo que sí es verdad es que usando internet y un gadget de estos aplanados, las posibilidades se multiplican.
Me voy a jugar el cuello diciendo que por estadística la mayoría de emprendedores que están saliendo ahora, no tienen porque vivir de un blog per se pero hay mucha pantallita implicada.
El problema de vivir sin jefes, es que no se termina de tener jefes.
Si eres «tu propio boss» lo que pasa es que en el 80% de los casos necesitas clientes. Cliente que se convertirán en tus jefes.
¿Cómo no lo van a ser, si te lo pedirán todo, marcarán el calendario y hasta el precio?
Por eso la solución a la que llegué yo fue a no tener jefes, pero tampoco tener clientes.
Un momento, ¿entonces de qué vives?
Aquí es cuando entra el concepto de la audiencia.
Ganar audiencia
Para mí, la audiencia no son ni jefes ni clientes, si no que son como pequeños accionistas de los negocios en los que ellos están implicados.
Un ejemplo muy claro del último negocio es la comunidad, que bueno más que negocio es una plataforma de soporte para los que disfrutan el podcast y quieren ser accionistas para no prostituir al podcast con publicidad.
Y la vuelvo a mencionar porque como digo es lo más nuevo y por ende más relevante para mí ahora mismo.
Los más de 100 miembros que hay son como accionistas del podcast. Ahora que tienen voz propia y aunque es una voz sorda que no se escucha en mis episodios, si la llevo en mi cabeza. Pongo encuestas en la plataforma, interactuamos juntos, les pregunto, comentan los capítulos, y escucho sugerencias de lo que sale de allí.
- Imaginad que hago un episodio más problemático que Zidan en su último partido de fútbol.
- Hablo de cualquier truño que disgusta al 90% de los que me leen o escuchan.
- Se va de la sociedad, se desuscriben del podcast, boletines y las redes sociales.
Entonces me lo merezco. No he sabido respetar a la audiencia y por lo tanto los «accionistas» de esta empresa conjunta en el que tengo la mayoría de las participaciones se han ido.
Es como si yo tengo el 51% y entre todos los que me leéis tenéis el 49% restante.
Si de vez en cuando hay algunos que dejan de seguirme, no hay absolutamente ningún problema. Eso sí, se lía cuando hay una decisión unánime y me podríais echar de mi propia silla a lo Steve Jobs.
Aún así, lo prefiero así mil veces más que tener clientes o jefes. Esos si que tienen un porcentaje mucho mayor de mis actividades o de esta empresa, en cambio:
No trabajamos para una audiencia. Trabajamos con una audiencia.
Yo llevo la batuta, soy el director de la orquesta y si me falla un violín y un chelo aún puede sonar bien. Pero si cabronazos dejáis de tocar todos, me voy a quedar pareciendo un muñeco de esos de aire hinchado moviendo los brazos en un partido de fútbol.

Podemos generar una audiencia potente en Instagram, Twitch, YouTube, TikTok o cualquier red social, pero si fallamos una y otra vez a seguir a los que nos siguen, tal vez nos libramos unas cuantas veces, podemos decir adiós.
Y eso sin olvidar porque los seguidores o interesados (que en la vida deberíamos llamar fans) se han implicado primeramente.
Será por una personalidad, una cara bonita, un tipo de contenido.
Pero ahora al youtuber guaperas se le cae el ácido en la cara y a la audiencia el sabor amargo en la boca cuando por alguna razón extraña el contenido ya no les parece tan interesante.
- O cuando los que siempre han jugado al Fortnite siguen haciéndolo pero resulta que ya no está de moda.
- O al contrario, cuando el fortnitero cambia a otro juego y resulta que sólo lo seguían por el juego de moda.
- O cuando se descubre que la celebrity de turno ha pegado a su marido o mujer.
Casos más o menos extremos de audiencias masivas se han ido por menos.
Por eso, a diferencia de los otros puntos este es el que hay que prestar especial atención. Puedes tener la idea de la dirección que debería tomar una empresa, pero si fallas en omitir las opiniones de los otros miembros te puedes encontrar que hay un interés creciente en cambiar al CEO de su trono marfil.
Libertad de localización
Lo primero que buscan muchos de los que quieren tener la típica vida de Nómada, viajar sin parar o de simplemente vivir en remoto, es en los businesses por internet.
Para tener una vida de aventuras no hace falta vivir de un blog, de hecho Fernando del podcast es un claro ejemplo. Un científico que ha explorado más que cualquier pseudo-gurú con un portátil.
Si bien es verdad que al igual que lo de generar audiencia, o de ser tu propio jefe, los negocios por internet lo ponen más en bandeja para tener más cantidad de azafatas sirviéndote una bandeja de comida a precio excesivo en todos los aviones por el mundo que estás cogiendo con tantos viajes.
De todos los pilares, este es el más directo.
Aunque podamos hacer un voluntariado o que nuestra empresa nos mande de un país a otros, con los negocios por internet nosotros somos los únicos que decidimos dónde y cuándo estar en un lugar.
Sabéis las ansias de libertad que tengo en muchos aspectos de mi vida. Hasta el punto que me estresa tener un vehículo a mi nombre o cualquier otra cosa.
Puedo decir que los negocios online me han dado lo que buscaba dandole al «tick» a cada uno de estos puntos, no tiene porque ser igual por el resto.
Trabajuega con ninjas de la vida
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